
Richard Peralta
Richard Peralta muestra dos facetas definidas: la del artista comprometido, donde lo político y la protesta no dejan dudas, sus víctimas sentidas como espíritus angelicales, con la omnipresencia de la inocencia infantil; y la del innovador en la iconografía tradicional religiosa, donde los santos no solo son humanizados y actualizados, sino interpretados en modelos vivos y actuantes en su entorno cotidiano. Todo ello, con una maestría técnica poco habitual.
